Era costumbre judía presentar a los niños recién nacidos en el templo de Jerusalén. Por eso, la Virgen María tomó al niño en sus brazos y lo llevó a Jerusalén para presentarlo al templo.
Era la fiesta dedicada a la Madre Tierra y anunciaba el inminente paso a otra estación y con ello el fin del invierno.
Una vez celebrada esta fiesta, había un dicho popular:“ En llegando San Antón Carrestoliénda son “ y con ello se quería decir que comenzaban las bromas o pegas que presagiaban el carnaval próximo, que daba paso a la Cuaresma y con ello el fin de las fiestas de primavera.