No sólo cal, también existen otros… fundamentalmente mármoles siendo el mas abundante el negro. Las últimas explotaciones de este mineral fueron realizadas hasta el siglo XVIII por parte de la Comunidad Jerónima del Real Monasterio de Guadalupe. Prácticamente todo el mármol presente en el Camarín de la Virgen en de origen alieño, sobre todo en el arco de piedras negras que dan acceso a esta magnífica sala.
El grupo mas numeroso de hornos se sitúa en la Era de los Madroñales, a unos pocos centenares de la población camino de la Palomera. Hay cinco Hornos en total: dos en mal estado y otros dos un poquito deteriorados y Uno casi intacto.
La Cantera está proxima, al lado derecho según se llega del camino de Navalconejo. En Los Regajales hay otros dos, se conocen como los Hornos de la Caleruela: uno en mal estado y otro algo deteriorado. El funcionamiento es muy artesanal, probablemente se ha realizado de la misma forma durante centenares de años.
Se colocaba la leña a ser posible encina y cepas de brezo.Encima se situaba la piedra de cal en forma de bóveda hasta llenar el Horno luego se encendía. Tenia que estar ardiendo tres días, luego se enfriaba la piedra pasando a ser la cal viva. Esta al contacto con el agua es capaz de hacer desaparecer hasta huesos, quema hasta desintegrar todo lo que contenga y una vez que se enfría se la llama cal muerta.
De esta manera es muy útil para construcción: para hacer cementos (morteros bastardos) o pintar fachadas de las casas; también como desinfectante en viviendas o establos o pozos, que hasta quince días después no se puede beber pero luego es el más potable que pueda existir.
Se encuentra a salvo de los vientos fríos y mirando al mediodía, en uno de los rincones mas maravillosos de las Villuercas, donde las Sierras de la Palomera se funden con la de la Brama de Guadalupe.
La población se encuentra por encima de los 800 metros de altura, una posición que no aparenta, pues llegas a ella subiendo tan suavemente que casi no te das cuenta o en descenso desde alturas mayores.
El nombre de la Calera viene dado por la existencia de yacimientos de este mineral en sus inmediaciones.
Todavía se conservan los Hornos que servían para quemar la cal y algunas edificaciones destinadas a procesado del mineral.
Podemos decir que es una población nacida por y para los trabajos mineros. La cal no era la única riqueza de La Calera; los monjes de Guadalupe tienen en sus escritos noticias de minas de mármol en el entorno de la población, sin que sepamos hoy donde se encontraban.