Ermita de la Concepción

Se encuentra ubicada hacia la parte sur de la dehesa Boyal de Alía, donde terminan los encinares antes de bajar el último escalón de pizarras para cambiar a las suaves ondulaciones de las rañas

Construida sobre una loma amplia que sobresale de sus alrededores; es una ermita antigua, reconstruida en varias ocasiones a través del tiempo

Visita
ERMITA
Dehesa Boyal
927 366 002
Exteriores
turismoalia@gmail.com
Senderimo fácil

Su situación domina los escondidos riberos del río Guadalupejo a la par que los caminos de Valdecaballeros y Castilblanco donde se ubica.

La estampa que presenta es muy original, con tres huecos, a modo de los pequeños ventanales juntos con arcos de medio punto encima del soportal que protege la entrada, donde también se repite el esquema con las dos grandes ventanas que franquean la puerta. Todo rematados con arcos de medio punto en ladrillo rústico encalado.

Las dos naves que conforman el conjunto están totalmente blanqueadas. Tienen las corrientes de los tejados perpendiculares con lo que se hace extraño y curioso el conjunto. Junto a la ermita hay una casa para el santero y servicio de la misma.

Antiguamente se llamó ermita de “Aguas Santas”, por la fe que el pueblo y sus devotos depositan en ella, cuando la imploraban pidiéndola las lluvias. Actualmente se guarda en ella la imagen de la Purísima Concepción.

Esta ermita fue destruida durante la guerra civil de 1936, pero se restauró y se trajo imagen nueva y moderna.

También se la venera el día 15 de agosto entre las 12 de la noche y las dos de la mañana, a lo que los fieles llaman “Los buenos días” a la virgen.

Es tanta la devoción que el pueblo de Alía tiene a esta virgen, que se ha hecho en el lugar conocido por Cañada Gorda y junto a la carretera que une a Guadalupe con Alía, una hornacina con la imagen de la Purísima Concepción, inaugurada y bendecida por el Cardenal Arzobispo de Toledo y Primado de España D. Marcelo González Martín el día 1 de mayo de 1988.

Muchos vecinos del pueblo y otros transeúntes devotos, se paran al pasar y le ofrecen oración.