Fuera de los caminos modernos presenta una estampa inigualable. Con poco más de treinta personas a diario, cambia radicamente su aspecto los fines de semana y peridos vacacionales, con la venida de pescadores, visitantes y turistas y también con las subidas y bajadas del nivel del agua.
El río Guadiana embalsado en la presa de Cijara pudiendo llegar hasta casi las puertas de las casas, haciendo una península que por momentos parece convertirse en isla. El resto son montes y sierras que de manera irregular forma un laberinto de tierras en el que es difícil moverse.